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Cómo definir un concepto comunicacional inmobiliario que genere ventas desde el vamos

29 de julio de 2021

La rentabilidad de tu proyecto inmobiliario está directamente relacionada a un componente clave: lo rápido que se logre vender o alquilar. 

Y ese variante a su vez depende de otro factor: el concepto central. 

¿Qué es el concepto comunicacional central inmobiliario? 

El concepto es la idea que ilustra y resume la propuesta de valor del espacio. Está directamente relacionado con la identidad del proyecto y lo que va a ofrecer de manera tangible. 

“Cerca de todo lo que te mueve” 

“Tu propio oasis a menos de 1 hora” 

“El lujo luce diferente aquí”. 

Estos son ejemplos de conceptos. 

Es la manera vendedora de presentar el diferencial que va a tener tu edificio y la “punta de lanza” para que tu mensaje penetre en el mercado. 

Pero ¿es realmente necesario un concepto inmobiliario para vender? 

En el contexto de hoy: si. 

Simplemente por el hecho de que nuestro mercado es más maduro, exigente y tiene más opciones que nunca. 

El común denominador de nuestro mercado es la similitud. Muchos proyectos similares y poco trabajo de concepto. 

Esto significa que la personalización va a ser el diferencial en los años a venir. 

Y el concepto es aquel activo de tu proyecto que le va a permitir destacarse del montón para generar la imagen y percepción adecuada a ojos de tus clientes. 

¿Qué hace a un buen concepto? 

Para tener un buen concepto, asegurate de que cumpla lo siguiente: 

  • Tiene que ser corto y directo 
  • Tiene que usar vocabulario normal del día a día de tu público. Sin jergas o palabra rebuscadas. Claridad antes que “creatividad”. 
  • Tiene que vender una transformación o resultado antes que características. Vender el destino, no el vehículo para llegar. 
  • Tiene que ser claro y específico. “Una nueva manera de vivir” no es un concepto efectivo porque es muy genérico. “Donde la tecnología forma parte del día a día” es más específico y claro. 

¿Cómo desarrollar uno? 

1 - Definí tu nicho

El concepto está enteramente ligado a tu nicho. 

Finalmente la idea central es que todo el espacio a desarrollar esté centrado en aportar valor a un grupo específico de personas con necesidades y valores similares. 

Un nicho de mercado es un grupo específico de personas o segmento de mercado que tiene preferencias y deseos similares.

Y el fundamento es sencillo de entender: edificios construidos con enfoques específicos a un grupo de personas con necesidades en común, o nicho de mercado, ya sea por los amenities, servicios de complemento, comunicación y otros, simplemente será más atractivo y logrará destacarse del montón.

¿Entonces cómo definir tu nicho?

Estas son algunas preguntas clave que te podes hacer:

  • ¿Cuáles son las tendencias que vemos en el mercado?
  • ¿Quienes son aquellos que están empezando a desear nuevos espacios de vida?
  • ¿Existe un grupo con demanda desatendida en el sector?
  • ¿A qué nicho se dirigían los proyectos con mayor velocidad de venta en los últimos
  • meses?
  • Otra opción es definir la estación de vida de las personas para quienes vas a construir.
  • ¿Es para jóvenes que quieren su primer departamento?
  • ¿Es para adultos mayores que están pasando por el periodo de “nido vacío”?

Una vez que tenes definido tu nicho de mercado el paso siguiente es definir tu propuesta de valor 

2 - Propuesta de valor 

Paso 2: tu propuesta de valor.

Tu propuesta de valor es el resultado final que ofrece el espacio. 

¿Es super tecnológico? 

¿Tiene una cocina gigante? 

¿Tiene mucha naturaleza por dentro? 

¿Tiene un estilo específico? ¿Bohemio, minimalista? 

Definí tu propuesta de valor preguntándote esto: 

¿Qué ofrecemos a final de cuentas? ¿Y qué transformación o experiencia brindamos con este espacio a través de lo que ofrecemos? 

Acá es ideal preguntarte las diferentes opciones de beneficios que podes ofrecer a tu público: 

- Beneficios tangibles 

- Beneficios emocionales

- Beneficios sociales 

Ejemplo: Ofrecemos un departamento en el que la tecnología se encarga de todo: cerradura digital, reconocimiento de voz, parlantes de calidad integrados adentro, espacios comunes adaptados para “los home officers” etc. 

¿Qué vendemos? Una vida más simple y comodidad. 

3 - Asociá tu propuesta de valor a una idea con la que tu audiencia se identifique 

El último paso es buscar cómo esa propuesta de valor puede ser ilustrada de manera creativa para tu audiencia. 

Algunas maneras con las que podes trabajar el concepto: 

Crear contrastes.

“Un oasis en la cuidad” es un ejemplo de contraste. En este caso, no es lo suficientemente específica, pero se entiende la idea.

Definí tu concepto alrededor de la identidad de tu nicho: “El edificio en paraguay para home officers” 

En general el concepto se compone de 2 partes: el titular y el subtítulo. 

Entonces si volvemos al ejemplo del espacio tecnológico, podríamos ir con algo como esto: 

Título - Nombre + concepto: AXUS - “Life & Tech” 

Subtítulo: Donde la tecnología es protagonista del día a día. 

En este caso sé que me dirijo a un segmento alto, que entiende inglés lo suficiente para entender bien lo que significa “life and tech” y que de hecho va a percibir al concepto como moderno y de calidad por estar en inglés. 

El ejercicio consiste en tomar la propuesta de valor, asociarla a una idea de complemento y construir la frase bajo la configuración que te acabo de mostrar. 

¡Ahora te toca! 

Si te gustaría ayuda para elaborar tu concepto comunicacional, podemos ayudarte.

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