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El Covid-19 y la Ciudad

1 de abril de 2020

Hoy, en tiempos de Covid-19, donde la economía de las Pymes se ve más golpeada, apelamos a consumir del emprendedor, de los negocios locales, del comercio de barrio.

Y me surgen estas preguntas:

  • Tenés todo lo que necesitas en tu barrio?
  • Podés salir a la puerta de tu casa y en 5 cuadras hay servicios disponibles para satisfacer tus necesidades básicas? O 
  • Dependes al 100% del delivery si no querés sacar el auto?

Las respuestas que des a estas preguntan diagnostican tu calidad de vida, y en momentos como este nos hacemos conscientes, ya que dependemos de terceros para acercarnos los items que necesitamos.

El modelo suburbano que estuvo de moda en Estados Unidos en los años '50 y fue replicado alrededor del mundo, generaba barrios puramente residenciales porque se creía que el futuro crecimiento de la ciudad estaba basada en autopistas. Esta creencia estaba asociada al boom de la industria automotriz que era la base del modelo económico de la época.

Hoy en día, este modelo fue descartado dando paso a la idea de una ciudad compacta, ya que entendemos que expandir la ciudad de forma horizontal no solo genera costos en infraestructura muy difíciles de mantener para las Municipalidades, sino que impacta directamente en la calidad de vida de los ciudadanos y el medio ambiente. Todos buscamos en la medida de lo posible, vivir cerca del trabajo o lugar de estudio para no perder horas de vida en el tráfico.

El concepto de calidad de vida se da bajo el parámetro de que uno pueda salir a la puerta de su casa y cubrir todas su necesidades básicas caminando un máximo de 10 minutos o un radio de 1km. Esto implica en esa distancia tener acceso a transporte público, colegios, espacios de trabajo, supermercados, farmacias, centros de salud, parques, entretenimiento.

Desde el diseño urbano lo que se busca es proponer esa combinación de usos en cada barrio, creando núcleos autónomos para que nuestra calidad de vida mejore, y no se logra dejando todo en mano de las autoridades, ya que el sector privado es quien construye y va dando forma a la ciudad.

Es importante que en la ciudad exista equilibrio,y esto se logra planteando estos conceptos desde la conceptualización misma del proyecto. Al sentarnos a analizar la factibilidad financiera de un proyecto, ya debemos pensar en que tipo de edificio es, si es residencial, comercial, corporativo, cultural, educativo; y es en este momento donde lo ideal es mirar el entorno y preguntarnos Qué falta en este barrio? Qué servicios de valor podemos acercar a la comunidad?

La ciudad que todos soñamos se va a dar en la medida de que todos los que participamos en el sector (desarrolladores, inversores, constructores, arquitectos, urbanistas) tomemos responsabilidad y planteemos proyectos de desarrollo inmobiliario que generen esos espacios y acerquen la dinámica del comercio y entretenimiento a los barrios residenciales, proyectos que sean responsables de generar una mejor ciudad, una ciudad dinámica.

Por Arq. Paola Arias